martes, 28 de mayo de 2013

POSTFOTOGRAFIA SEGÚN JOAN FONTCUBERTA




Toda fotografía es una ficción que se presenta como verdadera. Contra lo que nos han inculcado, contra lo que solemos pensar, la fotografía miente siempre, miente por instinto, miente porque su naturaleza no le permite hacer otra cosa.
Joan Fontcuberta
El principal malestar de la cultura contemporánea no proviene de lo que concebimos como ficción sino de aquello que percibimos como verdad.
Iván de la Nuez



En la videoinstalación, y después libro, A través del espejo, Joan Fontcuberta se apropia de una serie de autorretratos anónimos, procedentes de Internet, realizados delante de un espejo en los que junto a la efigie del fotógrafo aparece el aparato de captura. El artista colecciona y aísla el resultado de un gesto fotográfico que se repite en millones de usuarios de la red; enuncia “un cambio de canon respecto a la práctica de la fotografía” en la era de Internet, “un nuevo paisaje, el de la ‘Fotografía 2.0′, (3) que significaba la consolidación de una cultura postfotográfica”. Poco después de la publicación de A través del espejo, François Hebel, director del Festival Internacional de Fotografía de Arles, invita al artista a comisariar una exposición sobre el mismo tema. De la propuesta surgió un co-comisariado (con el conservador del Centre Pompidou de París Clément Chéroux, y los artistas Martin Parr, Erik Kessels y Joachim Schmid) que alumbraría la muestra From Here On. A partir de ahora. La postfotografía en la era de Internet y del teléfono móvil que, con algunas variaciones respecto a su presentación en Les Rencontres d’Arles de 2011, se ha presentado del 22 de febrero 3 de abril de 2013 en el Arts Santa Mónica de Barcelona.




Fontcuberta aborda el fenómeno postfotográfico desde tres frentes: la práctica artística, el comisariado y la escritura teórica. Lo que proponían el artista y sus colaboradores en From Here On… es la “puesta en imágenes” de la teoría postfotográfica, desarrollada por el artista catalán en algunas obras recientes como A través del espejo o Googlegramas, y en textos como Por un manifiesto posfotográfico publicado en el suplemento Cultura/s de La Vanguardia unos meses antes de el evento en Arles. También en Francia y en el Arts Santa Mónica, la teoría ha alumbrado un manifiesto, emplazado en un gran plafón en las salas y en las escaleras que comunican los tres niveles de la exposición, que también es un umbral, un hilo de Ariadna que orienta al espectador a través del laberinto de imágenes.


De la apropiación a la adopción
¿En qué consiste el “gesto fotográfico”, si aún existe, de los artistas que trabajan a partir de páginas como Flickr o de las rizomáticas cartografías de Google Maps, o Google Earth? ¿Qué concepto de autoría resulta de la apropiación de instantáneas capturadas por distintos dispositivos, como las webcams de los parquímetros, los locutorios o los cajeros automáticos, o del profundo e infinito yacimiento de imágenes que hoy es Internet? En el texto que acompaña el catálogo de la exposición, Fontcuberta propone substituir el concepto de apropiación por el de adopción. “Si la apropiación es privada” afirma el artista “la adopción es por definición una forma de declaración pública. Apropiarse quiere decir “captar”, mientras que adoptar quiere decir “declarar haber escogido”. Adoptar me parece pues un acto genuinamente postfotográfico: no se reclama la paternidad biológica de las imágenes, tan solo su tutela ideológica, es decir prescriptora.” 
From Here On es una exposición programática, a través de la cual se revisan algunos de los principales rasgos de la postfotografía: el cuestionamiento de la noción de autoría, la creación artística a partir de imágenes preexistentes, procedentes en muchos casos de Internet -por ejemplo, a través de la caza de imágenes de webcams, la búsqueda en Google Images o Flickr, o la navegación por Google Maps o Google Earth- y la presencia en muchas de las obras de la exposición de una reflexión crítica no solo sobre el medio postfotográfico, sino también sobre la naturaleza de la imagen fotográfica.
Del gesto fotográfico a la prescripción de sentido
En 1913 Marcel Duchamp se apropia de un objeto cotidiano de uso corriente, una rueda de bicicleta, y lo introduce en la esfera del arte, dotándolo de un sentido nuevo. En su definición del valor de sentido de la imagen postfotográfica, Fontcuberta se acerca al gesto duchampiano: “Lo que realmente prevalece es la asignación (o “prescripción”) de sentido de la imagen que adoptamos. El valor de creación más determinante no consiste en fabricar imágenes nuevas, sino en saber gestionar su función, sean nuevas o viejas. Con lo cual la autoría -la artisticidad- ya no radica en el acto físico de la producción, sino en el acto intelectual de la prescripción de los valores que puedan contener o que puedan acoger: valores que subyacen o que les han sido proyectados. Este acto de prescripción -institucionalizador de la pirueta duchampiana- corrobora la formulación de un nuevo modelo de autoría celebratorio del espíritu y la inteligencia por encima de la artesanía y de la competencia técnica, y que como cualquier propuesta renovadora, comporta riesgos y provoca conflictos.” 
La creación  postfotográfica se produce a partir de diversas acciones que dotan de un nuevo sentido a la imagen, que se repiten en los artistas de la muestra, como por ejemplo el reencuadre, el borrado, la irrupción de un intruso en el encuadre, y diversos gestos de edición como la ampliación o la superposición de imágenes redundantes. Por tanto la selección a través de la exploración de bancos de imágenes como Google Images o Flickr, y la consecuente creación de series o colecciones de instantáneas es también una de las operaciones prescriptivas de la postfotografía.
Reencuadres
En A new american picture Doug Rickard vuelve la mirada a la tradición fotográfica documental americana sin desplazarse de su estudio, a través del reencuadre de imágenes procedentes de Google Maps. También el artista canadiense Jon Rafman se nutre de Google Street Views en su serie sobre la prostitución. En la postfotografía, el gesto de disparar un botón para capturar una imagen puede ser substituido por la navegación por espacios como Google Maps, Google Street Views, o Google Earth, y la posterior selección y reencuadre  de las imágenes tomadas por los satélites. En este sentido Rafman declara: “Trabajo como un fotógrafo de la calle: manteniendo abierta mi mente y respondiendo a mi intuición. El trabajo se centra realmente en la edición. Todo el proceso es de substracción: partiendo de que todo ha sido capturado en Google Street Views, se trata de editar hasta que encuentras los momentos centrales, decisivos.” 
Las palabras de Jon Rafman nos llevan a preguntarnos por la posibilidad del “instante decisivo” de Henri Cartier-Bresson que nacería en la era postfotográfica no ya a partir de la captura de un instante fugaz, sino a través del hallazgo y edición de imágenes preexistentes en Internet. En 1952 Cartier-Bresson escribe: “Es a partir de nuestro propio ojo que el espacio comienza y se va abriendo en una disyunción que se ensancha progresivamente hasta el infinito. En el tiempo presente, el espacio nos impacta con mayor o menor intensidad y luego nos deja (visualmente) para ser aprisionado en nuestra memoria y modificado allí. De todos los medios de expresión, la fotografía es el único que fija para siempre el instante preciso y a cosas que están en continuo trance de esfumarse, y cuando se han esfumado no hay nada en este mundo que las haga volver.”  Medio siglo más tarde Jon Rafman y Doug Rickard navegan por otro espacio que se ensancha al infinito, el que ha sido captado por los satélites de Google, y, al seleccionar, editar y reencuadrar algunos fragmentos de ese espacio inabarcable, fijan unas imágenes cuya naturaleza es fluir, transcurrir sin que la mirada o la memoria las retengan.

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